Los proyectos caseros tienen la mala costumbre de convertirse en sagas épicas. Lo que empieza como “Vamos a pintar el salón” de repente se transforma en “¿Y si tiramos este muro?” o “Quizá [...]
Los proyectos caseros tienen la mala costumbre de convertirse en sagas épicas. Lo que empieza como “Vamos a pintar el salón” de repente se transforma en “¿Y si tiramos este muro?” o “Quizá [...]